jueves, noviembre 16, 2017

Alberto Roteta Dorado: Sangre fidelista y ADN guevariano.


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

La supuesta escritora, si es verdad que dijo eso de que todos los cubanos teníamos en la sangre algo de Fidel Castro,  no fue nada original, pues muchos años antes al menos otra persona del ámbito de la cultura cubana lo había dicho.
No estoy de acuerdo con la frase del teatrista y escritor René Ariza de que "Todos llevamos un Fidel Castro dentro", ¡¡¡ Pues eso sería demasiado !!!, pero si estoy de acuerdo con la que dijo nuestro José Martí, de que todo hombre lleva dentro la semilla de un déspota, y también con lo que dice un proverbio chino o la dijo alguna otra persona:  " ¿ Quieres conocer a un hombre ? ¡Dale poder! " .

En un rápido research en Internet encontré esto:



Wendy Guerra: “Ahora que vemos los reacomodos tras la muerte de Fidel Castro, me pregunto si todos los cubanos, ¿no tenemos un poco de él en la sangre para mal y para bien? Creo que tenemos inoculado el problema. No creo que me persiga, es algo que está dentro de mí y sale en la literatura, donde no se puede mentir. La literatura es un análisis de sangre.
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Sangre fidelista y ADN guevariano.

Por: Dr. Alberto Roteta Dorado.

Naples. Estados Unidos.- En una ocasión tuve la oportunidad de presenciar a través de la televisión una entrevista al destacado escritor y político peruano Mario Vargas Llosa. Como casi siempre ocurre, las trivialidades de las preguntas me incomodaron sobremanera. No obstante, el genial entrevistado con su elocuencia característica pudo responder cada interrogante – por muy superficial que fuera- en una breve y precisa disertación que cual evocación socrática nos hacía estremecer. 

Pero no es justamente de Vargas Llosa y de aquella entrevista en la que se refirió de manera enérgica al amarillismo en los medios de prensa, y a la necesidad de asumir con dignidad el periodismo, lo que quiero comentar; sino a la contrastante presencia de una escritora cubana, cuyo nombre prefiero reservarme por cuestiones éticas, y siguiendo las advertencias del propio Vargas Llosa.   

Además de las sencilleces que dijo, y como es lógico, de haber acudido al recurso tan utilizado entre los “artistas” de creerse y llegar a convencerse de que son políticos, exiliados, disidentes o cualquier otro calificativo que los vincule a las posturas de derecha – no sé si esto hace que su obra se engrandezca y adquiera ciertas dimensiones como para ser reconocida-,  la todavía joven muchacha (al menos es lo que aparenta) asumió una posición en su asiento que demostraba su grado de educación o sus aires de excentricidad – está por definir- .  Subió sus piernas dejándolas completamente en la butaca, amén de emplear una excesiva gestualidad con sus manos, lo que resulta apropiado para ejercer el magisterio de la enseñanza, pero no en la televisión, un medio más sosegado en el cual la imagen – que no necesariamente significa belleza- es determinante para atrapar al televidente. 

Las comparaciones son inevitables, y si solo había transcurrido unos minutos entre la entrevista del coloso peruano y la de la “escritora” cubana, resulta mucho más notoria la diferencia abismal entre la profundidad del autor de “La ciudad y los perros” y el vacío de alguien que no tiene nada útil que decir. 

Tal vez ese no era el momento adecuado para haber entrevistado a la joven que hiciera el ridículo de la noche, no solo con su limitada expresión; sino con su torpe presencia, reflejo exacto de ese hombre nuevo que tanto nos han enseñado y que, indudablemente, se ha logrado arraigar en el ADN de muchos cubanos por muy antiizquierdistas que quieran ser, o lo peor, parecer serlo. 

Luego supe que esta muchacha había afirmado en otro sitio que todos los cubanos teníamos en la sangre algo de Fidel Castro, lo que me indignó sobremanera y hasta pensé escribir algo a modo de respuesta a semejante tontería y que muy bien hubiera titulado así: “Algo de Fidel tendrás tu en tu sangre”; pero están sucediendo cosas muy importantes en Latinoamérica – mis temas preferidos para tratar en los medios- que merecen ser comentadas para mis lectores como para estar perdiendo el tiempo en cosas como estas, por lo que todo quedó como idea, aunque siempre latente. 

Pasados unos meses he reflexionado un poco sobre esto y creo que después de todo, la desfachatada muchacha que encaramó sus pies en la butaca y dijo tantas boberías, tiene razón en cierta medida y hasta un punto. No todos los cubanos tienen algo de Fidel en la sangre, pero si un elevado por ciento de ellos. 

Tratemos de hacernos entender para no ser malinterpretados. Entiéndase por llevar algo de Fidel en la sangre a ser portadores de esas características de lo que se ha llamado hombre nuevo, engendro de oportunismo, mala educación, incultura, fuerte tendencia al egocentrismo y a las ideas megalomaníacas, perversidad, y un sinfín de antivirtudes que se fueron forjando a partir de la degradación del sistema educacional cubano con su diseño marxista leninista modificado, y llevado a grado superlativo mediante las ideas guerrilleras y de odio constante del Che Guevara.


(Liudmila ¨Liu¨ Santiesteban. Ramon Colas: "La creencia de una posible movilización dentro de Cuba, exponiendo sus símbolos patrios con cuerpos desnudos, es un esfuerzo (si podemos llamarle así) desesperado de inmadurez. La creación de una base social amplia en la isla pasa por la seriedad de una propuesta viable, sencilla, convincente y cercana a las necesidades del pueblo, porque sexo en el país es lo único que sobra. Cuba cambiará, cuando el poder se sienta realmente amenazado y dos tetas al aire no atemorizan a nadie".)

Lamentablemente un número considerable de cubanos de las últimas generaciones se caracterizan por una serie de elementos que los alejan del paradigma del cubano de otros tiempos, que eran cordiales, afables, educados, DECENTES, instruidos, moderados, etc., algo que se ha perdido, y preciso que no se trata de una crítica a aquellos que merecen una oportunidad en sus vidas para que empiecen desde cero con un intensivo que incluya el saber conversar y hasta el caminar – algo por lo que se puede identificar a un cubano de estos tiempos en cualquier sitio del mundo-. No ha sido su culpa, han sido víctimas de una clonación, mezcla de esa sangre fidelista – a la que se refería la escritora- con una fuerte dosis de perversidad del alma guevariana. 

Resulta lamentable ver, y lo peor, escuchar a algunos de los “escritores” y “artistas” actuales – muchas veces sin haber pasado por la academia y con el distintivo de “formación autodidacta”- que no saben expresarse, que no pueden sostener el sentido y la coherencia del diálogo, y también, y por qué no reconocerlo, el aspecto que tienen que deja mucho que desear, como dice la común expresión.
No continuemos llamando artistas a aquellos que refugiándose en la apariencia del llamado exilio – no me refiero a los que fueron obligados a salir de su patria, que les quitaron sus propiedades, les intervinieron sus negocios y los llevaron al ostracismo, sino a los que vienen en la superficial búsqueda del sueño americano y jamás hicieron nada en oposición al régimen que los transformó para siempre-  pretenden ganar un lugar que jamás podrán tener con un talento que no tienen. La política es la política, el arte es el arte. A través del arte podemos hacer política, pero para esto hay que ser verdaderos artistas y tener conocimientos profundos de política, y no ser embusteros.   

(¨El Sexto¨)

Se preguntarán mis lectores por qué tratar este asunto ahora después de más de un año de las contrastantes entrevistas televisivas. Pues porque estoy indignado al ver a tanta gente mediocre que de verdad tienen la esencia de Fidel en su sangre y se han retratado desnudos con la bandera cubana, algunos, mientras que otro – al que un tonto “periodista” llamó artista- utilizó la imagen de José Martí para hacer de las suyas, y nadie dijo nada porque se trataba del joven que pinta paredes (el grafitero), entre otras tantas cosas desatinadas que diariamente tengo que contemplar y cuyos protagonistas son aquellos con sangre fidelista y ADN guevariano que pretenden hacer “carreras artísticas” en el “exilio”.     

Lo peor de esta historia es que creo que conocí personalmente, hace ya muchos años en mi ciudad natal, a esta muchacha cuando estaba en los inicios de sus travesuras literarias. No logro recordar nada de aquel encuentro a pesar de mi memoria prodigiosa que he logrado conservar a pesar de mis años, al menos para las cosas del pasado. 

Pero de lo que si estoy convencido es que yo no tengo nada de Fidel Castro en mi sangre, ni permití que los estigmas del hombre nuevo promocionado por el Che Guevara se arraigaran en mí. Preferí refugiarme en los grandes paradigmas de la cultura cubana de los finales del siglo diecinueve y de la primera mitad del siglo XX, los que como es lógico no podían tener la impronta del fidelismo y del guevarismo. Y por supuesto que no perderé jamás mi tiempo en leer nada escrito por una señora que subió sus pies en la butaca ante las cámaras de la televisión porque sin duda, ella si tiene algo de Fidel en su sangre.  

Dos notas aclaratorias:
1.     No me estoy refiriendo a Zoé Valdés, escritora de origen cubano que tiene una mayor difusión y popularidad que la señora que dice tener cierta consanguinidad con Fidel Castro y a la cual hice referencia en mi escrito. 
2.    No soy defensor del empirismo, soy un racionalista acérrimo.  He sido demasiado académico, creo firmemente, como pedagogo que soy, en la necesidad de la educación organizada, estratificada, en planes de estudios, y que los educandos logren vencer etapas para poder titularse. Creo también en el talento, pero el talento tiene que ser guiado para que no se disperse. Me opongo a la categoría de artistas de formación autodidacta o empíricos. Los grandes pintores y escultores del mundo pasaron por la academia, independientemente de su talento y la genialidad de algunos, algo que les falta a aquellos a quienes están llamando artistas en nuestros días, independientemente de su postura política y de sus intenciones.  

1 Comments:

At 4:10 p. m., Blogger JULIO CESAR TARRAGO HERNANDEZ(I.B.N.S. 10660) said...

Vien dicho... SANGRE DE FIDEL TENDRA ELLA... Mediocre y oprtunista en todo lo q hizo y hace. Nos ofende a todos pues q de positivo podia alguien bien intencionado encontrar en la sangre o genética de semejante demente sicopata, o asesino bueno para nada mas q matar , oprimir, mentir, traicionar... Como el bien muerto esté, senor FC????

 

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