miércoles, febrero 26, 2014

Dagoberto Valdés en ‘Convivencia’. Olga Connor sobre la presentación del libro Ética y Cívica por Carlos Alberto Montaner, Marcos Antonio Ramos y Dagoberto Valdés Hernández, fundador de la revista Vitral y Convivencia


Carlos Alberto Montaner, Dagoberto Valdés, Marcos Antonio Ramos y Omar Vento en la presentación de ‘Etica y cívica: Cursos de formación para la sociedad civil en Cuba’.
Alexia Fodere / Especial El Nuevo Herald

 Dagoberto Valdés en ‘Convivencia’

Por Olga Connor
25 de febrero de 2014

Una de las desgracias de nuestra América es que los cuerpos armados no obedecen las reglas civiles prescritas por las constituciones. De nada valen las asignaturas de Moral y Cívica que nos enseñaron en los centros de estudios secundarios, que incluían los capítulos sobre los derechos civiles de los ciudadanos, garantizando las libertades individuales, si cualquier tirano destruye esos derechos amparado por las armas, sean las de un ejército organizado o de milicias o mafias.

Dentro de una sociedad como la cubana, donde no hay estado de derecho que ampare la propiedad privada, la libertad de expresión, de locomoción y de educación, entre muchos otros requeridos para que se garantice la libertad del individuo, de nada valen las asignaturas de Moral y Cívica.

Pero el Centro de Formación Cívica y Religiosa (CFCR), que surgió hace 20 años como proyecto en la Diócesis de Pinar del Río, tuvo la esperanza de tratar de suplir esa falta, creando un órgano de expresión, la revista sociocultural Vitral, que dirigió Dagoberto Valdés, y dando cursos de preparación para la futura sociedad civil (visite www.vitral.org).

El CFCR ofreció estos cursos con un grupo de profesores que también los redactaron, con el objetivo de despertar la conciencia ciudadana. “La sociedad civil es el nuevo nombre de la democracia”, escribió Valdés en la introducción a Etica y cívica: aprendiendo a ser persona y a vivir en sociedad (Ediciones Convivencia, 2014), que es el libro en el que aparecen compilados aquellos Cursos de formación para la ciudadanía y la sociedad civil en Cuba, y que ahora han sido recogidos por un nuevo proyecto desde 2007 en que concluyó Vitral, el de Convivencia (visite www.convivenciacuba.es).

Etica y cívica fue presentado el jueves pasado en el Salón Varela de la Ermita de la Caridad, por Dagoberto Valdés, su editor, quien vino a esta reunión a agradecer a todos sus colaboradores. Fue apoyado por dos intelectuales del exilio cubano, el ensayista y novelista Carlos Alberto Montaner y el historiador, periodista y maestro religioso Marcos Antonio Ramos. El doctor en medicina Omar Vento fue el coordinador y moderador de la velada. Asistieron artistas, como el compositor e intérprete Meme Solís y el físico músico Frank Muller, que tocó en el teclado los himnos de Cuba y Estados Unidos, y danzas cubanas. En una presentación espontánea nos impresionó el rapero Raudel, con dos de sus improvisaciones.

‘ÉTICA Y CÍVICA’

El libro está organizado alrededor de una metodología de enseñanza que trata de habilitar al ciudadano cubano para que se desprenda de la “programación” marxista y materialista que le ha impartido el gobierno. Mediante ejercicios y ejemplos, como los de los libros de autoestima, se revisan los valores éticos y cívicos para inspirar responsabilidades ciudadanas. Hay instrucciones sobre diálogos y debates, que se deben llevar a cabo para llegar a la conclusión deseada del comportamiento público en una (¿futura?) sociedad democrática.

Comienza por el tema Somos personas, que se convierte en capítulo con diferentes incisos, y del mismo modo continúa con muchos otros del mismo cariz, como Somos familia, Vivimos en sociedad, Mi barrio es una comunidad, Reconstruyendo la sociedad civil, Valores humanos, Derechos humanos, etc.

PUNTO DE VISTA RELIGIOSO

“Somos parte de ese pueblo de Cuba y tratamos de identificarnos con ese pueblo, aunque intentemos introducir cambios”, dijo Marcos Antonio Ramos, ahora jubilado de su trabajo como pastor bautista y profesor de Religión. “Pero el entorno en Cuba no es fácil de predecir”.

“Este es un libro ideológico; tiene que serlo, pero aunque hay un elemento religioso en el mismo no es un libro de religión”, aseveró, aunque también señaló que estos textos le recordaron las encíclicas papales contemporáneas. “Soy respetuoso de otros criterios religiosos, pero Cuba no es de una sola religión”, afirmó. “Existe una variedad de expresiones religiosas, y no todos los cubanos son religiosos. Y el tratar de formar generaciones de cubanos de una sociedad pluralista no debe ser de un solo partido, ni de una sola religión”.

A pesar de hacer estas advertencias subrayó Ramos que el trabajo realizado ha sido un intento de mantener y resucitar la continuación histórica de la nación cubana. “Es un aporte”, comentó, “a la creación de condiciones para la convivencia cívica”.

PUNTO DE VISTA POLÍTICO

Parte del título del libro Moral y cívica le resultó chocante a Carlos Alberto Montaner, el que dice “aprendiendo a ser persona”, porque lo ve como respuesta a comportamientos como el de la “doble moral” del cubano. “Los cubanos somos personas, pero ese comportamiento está adaptado a la realidad”, explicó Montaner, “porque les es necesario para sobrevivir. En el estado totalitario hay que adoptar ciertas conductas para adaptarse a una realidad adversa”.

“Es un estado miserable, que no nos permite ser generosos, porque no solo no tienen las personas algunos excedentes para dar, sino que están obligados a robar”, comentó Montaner. En el fondo, educar cívicamente no es suficiente, habría que cambiar el sistema antes, nos dio a entender.

Entre las muchas ideas que barajó Montaner esa noche, lanzó la del filósofo inglés John Locke (1632-1704) como el hombre del milenio 1000-2000. Autor del Ensayo sobre el entendimiento humano, Locke influyó en la forma parlamentaria de las democracias, y en los derechos proclamados por la Revolución Francesa y la Norteamericana.

olconnor@bellsouth.net

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