domingo, noviembre 30, 2008

TERRITORIOS BORRADOS

Territorios borrados



Por Raúl Rivero

Madrid -- La ineficacia y la maldad del socialismo, el poderío obsceno de tres huracanes y la ambición del marabú son tres sombras que predominan hoy en el paisaje de Cuba. Un país en el que los jefes caminan sobre una estera como si avanzaran, la oposición pacífica forceja en medio de la pobreza y la represión, y los presos políticos viven en peligro cada minuto del día.

En ese panorama, que puede verse hasta en los medios levemente reales de la propaganda oficial, falta la franja principal, la más numerosa, la de los grandes sectores de la población que caminan, de San Antonio a Maisí, con todo el peso del presente y del pasado reciente sobre la cabeza.

Son las personas que buscan una loma, un monte alto, para ver por dónde llega el porvenir, como si el porvenir no pudiera tener residencia en esa tierra en la que los discursos demagógicos gastaron la palabra y rebajaron su sinónimo, el futuro.

Así y todo, sobre las ruinas y por encima del desasosiego y el desvelo de la gente, se hacen planes y vuelan de un lado al otro del mundo, en costosos portafolios, documentos con buenas y malas intenciones que suelen ser unánimes en el olvido de la parte más solitaria, frágil y dolorosa del paisaje cubano de finales del año 2008.

La isla está en las agendas de muchos gabinetes y sobre la mesa de varios grupos de poder (incluida la comparsa criolla), pero nadie (casi nadie) quiere hablar de los presos, de las golpizas y los sufrimientos de esos cubanos y la situación de sus familias.

Muchos hombres y mujeres se preguntan si es posible hablar de grandes aperturas con las rejas cerradas y las galeras llenas de demócratas que llevan años allá adentro, enfermos y hambreados, por trabajar con métodos pacíficos precisamente para la apertura, la modernización y el cambio de la sociedad donde han vivido.

¿Lo podrá entender el periodista Víctor Rolando Arroyo? No se sabe si lo comprenderá este hombre. El entra ahora en el sexto año de su tercera prisión política y escribe, en octubre, a su esposa Elsa González Padrón: ``Aún adolorido y sin cicratizar mis heridas te escribo... Nunca pensé que llevaría con tanto orgullo estos hematomas en mi rostro. Sabes, en estos días he pensado mucho en personas como Gandhi, Luther King y Mandela. No es lo mismo leer sus versiones de momentos extremos que vivir en carne propia algo similar''.

Sí, es el ingeniero, comunicador y bibliotecario el que le escribe a su mujer unos días después de recibir una golpiza en la prisión Kilo 5 ½, de la provincia que ama tanto, Pinar del Río.

Es Víctor Rolando Arroyo, condenado a 26 años de cárcel que comenzó a cumplir en Guantánamo en la primavera del 2003. Un guajiro tenaz que le dice a la señora González Padrón, ya en el final: ``Hemos llegado hasta aquí por un camino nada fácil. Aún el tramo es largo... Pidamos a Dios no que nos evite los contratiempos, sino que nos dé la lucidez para vivirlos con una profunda fe, y que podamos cerrar nuestro corazón al odio y a la venganza, y al rencor''.

Se conocen los planes y se convocan en los caminos los carreteros. Se encuentran en las encrucijadas donde barajan, lejos de los resplandores nerviosos de los quinqués, las promesas de las aperturas.

Eso sí, lo que parece ser es que no se puede arrimar ninguna silla a ningún sitio sin abrir el candado de Arroyo y los de todos los presos políticos. Y sin hacer una escultura a la ignominia con ese burujón de llaves chinas.
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Numerosos opositores pacíficos de Pinar del Río celebraron el Centenario de la República de Cuba pese a las medidas coactivas e intimidatorias que tomó la Seguridad del Estado castrista.

Video del 17 de mayo de 2002 donde Víctor Rolando Arroyo Carmona narra el encuentro de él y otros periodistas con el ex Presidente James Carter cuando en ese momento Carter había visitado muy recientemente a Cuba. Esta es la tercera parte de 3 disponibles en YouTube sobre la conmemoración, por parte de la Oposición pinareña, del Centenario de la República de Cuba.