viernes, agosto 31, 2007

OSCAR ESPINOSA CHEPE UN POLITICO IRRESPONSABLE

Tomado de Cuba Democracia y Vida.org

OSCAR ESPINOSA CHEPE: UN POLITICO IRRESPONSABLE.

Por Iliana Curra

De nuevo Espinosa Chepe está al otro lado de la realidad. Vivir en Cuba no significa tener toda la razón. Es solo un punto geográfico de donde, muchas veces, no se tiene pleno conocimiento de la situación, pero aún así, escribió un artículo publicado: “Un político responsable”, refiriéndose al senador demócrata, Barack Obama, candidato a la presidencia de los Estados Unidos.

Llamar a Barack Obama “un político responsable”, solo pudiera decirlo un político irresponsable en el tema de Cuba, pues decir que este candidato es solidario por permitir en un futuro, si tomara la presidencia, los viajes de los ciudadanos cubano americanos con entera libertad y el envío de remesas a Cuba, es realmente ponerse del lado contrario.

Siempre que alguien quiere justificar el levantamiento de las restricciones y los viajes a Cuba, ya sea en la isla o en Estados Unidos, intentan convencernos con la idea de que esto ayudaría a “fomentar un cambio positivo” y ayudaría al pueblo cubano a “ser menos dependientes del régimen”, sin reconocer siquiera que la gran mayoría de los cubanos en la isla no tienen familiares que los ayuden con esas remesas, ni con sus visitas a la isla. Así que, decir que los planteamientos del senador Obama “son acogidos favorablemente por la inmensa mayoría de los cubanos”, es hablar en nombre de una “mayoría” inexistente.

Parece olvidar este disidente que la separación familiar de los cubanos es obra de un régimen tiránico que permanece aún en el poder desde que se impuso por la fuerza hace casi medio siglo, no por “absurdas prohibiciones” de una administración que intenta cerrarle a la tiranía la entrada de dólares imperialistas que ayudarían a sostenerlo, al menos, un tiempo más. Esto se parece más a un entusiasta apoyo de la disidencia complaciente al partido demócrata, que un deseo real de esa “mayoría” que menciona.

Dice Espinosa Chepe que “de lograrse, además de los notables efectos humanitarios, se propiciaría una inyección de ideas democráticas y de unidad entre los compatriotas”. Recuerdo que cuando el régimen castrista permitió la entrada de la comunidad cubana a la isla por razones eminentemente económicas, una avalancha de exiliados viajó a Cuba para ver a sus familiares, demostrando que la diferencia de vida entre ellos y los que se habían quedado. Es cierto que abrió los ojos a muchos cubanos que, engañados por la tiranía, vivían ciegos y con total desconocimiento de lo que existía más allá de las fronteras de la isla. El resultado ya se conoce: un éxodo masivo de 125 mil cubanos que salieron por el Mariel en 1980.

Los viajes continuaron y los cubanos de la isla tuvieron acceso a más información de lo que era vivir en libertad, pero fuera de Cuba. La isla se convirtió en un excentrico lugar turístico donde se mezclan varias razones para el viaje: ver a la familia, visitar las playas y hoteles donde los cubanos nativos no pueden entrar debido al apartheid existente, y buscar sexo barato entre menores de edad, sean hembras o varones. Las “inyecciones” a que se refiere este disidente, no han sido justamente de ideas. Es una realidad dura, pero es así.

Los factores de cambio no están en aquellos que viajan a la isla a buscar placer, ni a bañarse en Varadero, y para decirlo mejor, tampoco está en aquellos que realmente van a ver a su familia, quienes se aterrorizan cuando se les pide que vaya a ver a un opositor o a un familiar de un preso político. Cuando entran a Cuba regresan al pasado de terror que vivieron antes y no se atreven, ni siquiera, abrir su boca para hablar de política o, más bien, de libertades.

Ya sé que no se debe generalizar, y no lo estoy haciendo, pero es mayoría, porque el terror está todavía en las venas de aquellos que salieron sin haberse enfrentado de forma directa al régimen. Los otros, quienes han cumplido cárcel o participaron activamente en la lucha opositora contra la tiranía, no viaja a Cuba, salvo varias excepciones.

Pero es más fácil decir que “la objetiva y clara visión del senador Obama sigue sin comprenderse por muchos políticos norteamericanos y cubano americanos aferrados a desfasadas medidas que únicamente han fortalecido a los sectores más recalcitrantes del régimen”. Aunque lo que realmente está desfasado es ese mismo régimen que tiene dividido al pueblo cubano. Más aún, regados por todo el mundo. Es ese régimen el que es verdaderamente recalcitrante, empezando por su claque dirigente y todos aquellos que lo apoyaron y apoyan todavía.

Y continúa Espinosa Chepe: “los señalamientos del senador Obama, realizados en Miami, denotan carácter y coraje político, seguramente enfrentarán incomprensiones de muchos compatriotas que, heridos en lo más profundo de sus seres por vejaciones y persecuciones sufridas en el pasado, se resisten a comprender que las posiciones duras mantenidas hasta ahora solo han beneficiado al totalitarismo”

En este párrafo habla de incomprensiones, heridas y posiciones duras, pero decir que el senador Obama denota “carácter y coraje político” por hacer estos señalamientos en Miami, es como demonizar, al igual que el régimen, a esta ciudad llena de víctimas. Miami es una ciudad llena de exiliados que, no solo sufren el pasado, sufren el presente. Aquí hay madres de presos políticos y, para poner un solo ejemplo, mencionaría a Blanca González, la madre de Normando Hernández, quien apenas sobrevive en la prisión, enfermo y golpeado, sin que hasta el momento se le excarcele, al igual que otros presos políticos que padecen el horror de las cárceles castristas. Aquí viven miles de cubanos que no viajan a Cuba a ver a su familia porque tienen algo que se llama: dignidad.

Las posiciones duras las mantiene el régimen contra el pueblo, contra el exilio y contra aquellos que sí tienen el carácter y coraje político de denunciarlo. Hablar de “errores estratégicos garrafales” del exilio es culpar a las víctimas y no al victimario.

Sobre la “posición constructiva del Partido Demócrata en Miami Dade”, entre otras cosas que dice Espinosa Chepe, se me parece más a una campaña por este partido debido a influencias de un Joe García o sabe Dios quién, para en un futuro lograr la presidencia y darle a Raúl Castro lo que pidió de forma directa en su discurso del 26 de julio. A fin de cuentas, si le dan al heredero del trono la posibilidad de mantenerse en el poder con algunas presuntas aperturitas de tipo económico, todos estarán felices y contentos, pero el pueblo seguirá viviendo la misma represión y los presos políticos continuarán padeciendo en inmundas celdas porque, muchos de ellos, estoy segura no aceptan componendas, ni con un partido que quiere aliarse a la tiranía, ni con la misma tiranía que los ha privado de su libertad.

Debería Oscar Espinosa Chepe esperar a que Cuba sea libre para que escoja el partido político que más le convenga. Ahora, que no se deje influenciar por fantoches disfrazados de cubanos para que la patria siga padeciendo el mismo sistema que ya lleva casi cincuenta años. Eso sí que sería ser un político responsable.

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Un político responsable

Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, agosto (www.cubanet.org) - El senador Barack Obama, precandidato del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, ha probado nuevamente ser un político objetivo y responsable, así como una gran esperanza para el futuro de su país y, por consecuencia, para el mundo.

Sus recientes declaraciones sobre la disposición a que se permitan los viajes de los ciudadanos cubano-americanos con entera libertad y el envío de dinero a familiares y amigos a Cuba, de ser electo presidente el 8 de noviembre de 2008, publicadas en The Miami Herald, denotan gran sensibilidad humana y política, en un momento muy importante para el destino de la Isla.

Estos planteamientos son acogidos favorablemente por la inmensa mayoría de los cubanos, que más que nunca necesitamos estar unidos para la reconstrucción de nuestra Patria y labrar un futuro en democracia, próspero y feliz. Los cubanos anhelan los contactos más frecuentes posibles con sus familiares residentes en Estados Unidos, impedidos por absurdas prohibiciones que sólo permiten a los cubano-americanos visitarlos una vez cada tres años.

De lograrse, además de los notables efectos humanitarios, se propiciaría una inyección de ideas democráticas y de unidad entre los compatriotas, que contribuirían como factores de impulso al proceso de cambios que tiene lugar de forma acelerada en el corazón y la mente de las personas después de tanto tiempo de falsificaciones y engaños.

El análisis del legislador de que "el principal medio de que disponemos para fomentar un cambio positivo en Cuba es ayudar al pueblo cubano a ser menos dependiente del régimen", resulta absolutamente acertado. La ayuda económica que llegue a los ciudadanos por la vía de las remesas mitiga sus carencias, y los hace más independientes. No por gusto los sectores más ortodoxos del gobierno siempre han promovido un riguroso control económico sobre los ciudadanos, con el objetivo de atarlos políticamente. Por tal motivo, hasta las reformas económicas de China y Viet Nam han sido rechazadas por esos sectores, determinantes hasta ahora en la cúpula del poder.

Lamentablemente, la objetiva y clara visión del senador Obama sigue sin comprenderse por muchos políticos norteamericanos y cubano-americanos, aferrados a desfasadas medidas que únicamente han fortalecido a los sectores más recalcitrantes del régimen; y en la práctica, ingenuamente, realizan el juego que a los "hardliners" conviene. Una posición paradójica de personas inteligentes, que olvidan las políticas creativas de Estados Unidos, nada aferradas a dogmas, que dieron excelentes resultados en Europa del Este e indudablemente lo están dando en Viet Nam y China, aunque en estos lugares por razones históricas y culturales, el proceso hacia la democracia es lento.

Los señalamientos de Obama, realizados en Miami, denotan carácter y coraje político; seguramente enfrentarán incomprensiones de muchos compatriotas, que heridos en lo más profundo de sus seres por vejaciones y persecuciones sufridas en el pasado, se resisten a comprender que las posiciones duras mantenidas hasta ahora sólo han beneficiado al totalitarismo. Ellos algún día constatarán que quienes son sus verdaderos amigos muchas veces no resultan ser los que dicen lo que ellos quieren oír, sino las personas sinceras que proclaman la verdad aunque de momento sea incómoda.

No obstante, como muestran las estadísticas, la mayoría de los cubanos residentes en Florida apoyan la abolición de los "errores estratégicos garrafales" que hasta ahora han sido un obstáculo en el camino de la unidad y la reconciliación.

Debe subrayarse la posición constructiva del Partido Demócrata en Miami Dade, que con total claridad contribuye a la unidad de todos los cubanos, con políticas creativas que alientan a quienes en muy difíciles condiciones luchamos por la democracia y el respeto de los derechos humanos en el interior de Cuba.

La aparición de líderes como Barack Obama y otras distinguidas personalidades en el escenario político norteamericano nos hacen sentir optimistas. Estados Unidos, además de ser una gran potencia, siempre ha constituido una referencia para los demócratas. Si de algo nadie puede dudar es de que el mundo necesita de Estados Unidos, pero también hay que tener muy claro que Estados Unidos necesita del mundo. Por ello el surgimiento de estos nuevos líderes, con pensamiento creativo para dar solución a viejos problemas, es una alentadora noticia para todos los que vivimos en este complejo planeta.

1 Comments:

At 3:32 p. m., Anonymous Anónimo said...

Cuba clama cambios generales

Exilio y Disidencia (como nos tienen clasificados), para mi cubanos en general. No es momento de entrar en diferencias por un candidato mas o menos. Obama no va a ganar ninguna eleccion por mucha campana politiquera que realice (por razones sociales que todos los que vivimos en EU conocemos). Claro, la democracia y de ahi se desprende todo lo demas. Cada cual que hable lo que quiera, pero en Cuba no se libra solo una batalla de calderos. El punto mas importante no es llenar las barrigas. El exilio esta cansado de tener que cargar sobre las espaldas el peso economico de las familias que se encuentran en la isla y estos a su vez no desea unas limosnas. Queremos libertad que solo se conseguira eliminando el actual regimen. Queremos una apertura de Cuba al mundo y que cada cubano pueda trabajar honradamente y ganarse su sustento, como hemos hecho los que vivimos en el exilio. Ya se que es mejor dar que no tener que pedir, pero es humillante que el pueblo tenga necesidad de estar pidiendo ayuda economica constantemente a sus familiares y amigos en el exterior como la unica posibilidad para resolver algunas necesidades basicas. No Obama, no somos un pais de limosneros. El cubano quiere vivir en paz. Queremos hablar con los mismos derechos y garantias que usted lo hace en sus giras politicas para recaudar votantes. Queremos levantarnos en las mananas y trabajar una jornada justa de ocho horas con su correspondiente remuneracion, sin domingos rojos y de trabajo voluntario, como lo hacemos los que vivimos en el exilio. Queremos libertad en el sentido amplio de la palabra y eso senor Obama no se logra levantando o suavizando las restrinciones de viaje y de remesas familiares. El mal se arranca de raiz. Politicos en general: dejen de inmiscuir a Cuba en sus panfletos. Es muy facil hablar y prometer para una vez que consiguen sus objetivos se olviden de nuestro dolor y sufrimiento. Si realmente quieren hacer algo, cojan al Diablo por los cuernos. Al menos, respetennos, como mismo respetan a la comunidad afro-americana, a la judia y a cuantas forman este bondadoso pais, pero paren de una vez de jugar y utilizarnos.

Senor Obama, el voto cubano no le pertenece, NO si no cambia su politica hacia Cuba.

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